El 25 de octubre de 1997, Diego Maradona jugó su último partido profesional de fútbol en el clásico entre Boca Juniors y River Plate. Este fue un día memorable para los fanáticos del fútbol, ya que marcó el final de la carrera de uno de los jugadores más icónicos de la historia. Con 37 años, Maradona decidió retirarse tras un período complicado por problemas físicos y la presión de múltiples controversias fuera del campo.

El partido, disputado en el estadio Monumental, fue emotivo aunque Maradona no mostró su máximo nivel. Salió del campo en el entretiempo, siendo reemplazado por el joven Juan Román Riquelme, otro jugador que luego se convertiría en ídolo de Boca. A pesar de no jugar los 90 minutos, Maradona fue ovacionado por los aficionados, quienes reconocían la grandeza de un jugador que había llevado a Argentina a la gloria en el Mundial de 1986 y regalado grandes momentos al fútbol.

Con su retiro, el fútbol argentino perdió a uno de sus mayores talentos, pero la leyenda de Maradona continuó creciendo. Su influencia sobre el juego y su legado permanecen vivos, recordando a todos los aficionados del mundo el impacto de su magia y pasión en cada balón que tocaba.

Por: Carolina Forchino

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