El partido de fútbol entre Instituto y Unión terminó en una contundente derrota para Instituto, que perdió 4 a 0 en su propia cancha. El encuentro se definió en los primeros 30 minutos, cuando Unión anotó sus cuatro goles sin que Instituto pudiera reaccionar.
Según el texto, la derrota no se debió solo a una falta de juego, sino a la ausencia del «alma» y la identidad del equipo. El segundo tiempo, a pesar de los cambios, no revirtió la situación, y el partido concluyó sin reacción ni respuestas por parte de Instituto.
El texto concluye que la derrota sirve como una lección para el equipo, que ahora debe «mirar hacia adentro» y «reencontrarse con lo que la hace única».