«La conocí a Candela de muy chiquita. Cuando la vi presentarse ante una partida simultánea y se paró frente al tablero, me di cuenta el potencial que tenía, que poseía un encanto, un aura muy particular. A partir de ahí la fuimos siguiendo y se transformó en un orgullo nacional, en un ejemplo para todos nosotros», comentó Bauer.
A su vez, la flamante campeona se mostró «muy contenta» en su arribo al Aeroparque Jorge Newbery y dijo que es «una bendición haber ganado el torneo. Fue mucho el esfuerzo, pero le doy gracias a Dios, sin él no habría podido lograr esto. Agradezco el apoyo de mi familia, de la Federación de Ajedrez y a toda la gente que estuvo empujando para que esto se concrete».
Candela contó que «antes de la última partida que definió el torneo, era un montón la gente que pasaba a saludarme, a desearme suerte, gente que no me conocía, estoy agradecida por tanto cariño. Siento una enorme felicidad de ser la primera mujer argentina en lograr este galardón. Realmente no me cae la ficha todavía, van a tener que pasar varios días para que asuma lo que está sucediendo».
«Fueron un montón de años estudiando y trabajando para esto y haberlo conseguido es una satisfacción inmensa», relató la nacida en Pilar, que se sumó a la lista de campeones que se alzaron en la misma categoría: Oscar Panno (1953), Carlos Bielicki (1959) y Pablo Zarnicki (1992).
Su llegada al ajedrez fue algo impensado. «En mi familia nadie sabe jugar al ajedrez. Cuando tenía 4 años me regalaron un tablero, pero no le di mucha bolilla en ese momento, era muy chiquita».
Sus padres ayudaban en un comedor de niños y la llevaban. «Yo en ese momento que era chica iba con ellos, mis amiguitas también iban, pero era un lío, desorganizábamos todo. Mi mamá vio que en Pilar Point, que es un shopping pequeño, daban clases de ajedrez todos los sábados por la mañana y me preguntó si quería ir y acepté».
«En realidad no enseñaban solo ajedrez, sino que era más pintar dibujos, hacer sopas de letras, crucigramas. Era más para pasar un momento con otros chicos y compartir un rato entre amigos», detalló.
El profesor vio las condiciones de Candela. Su abuelo se enteró que en Pilar había una Escuela Municipal de Ajedrez y la anotó. Al poco tiempo la invitaron a participar de un torneo nacional y quedó tercera. «Ese fue el inicio de mi carrera», contó.
Además, Francisco Guecamburu reveló que se prepara mucho antes de cada partida: «Analizo a todos mis oponentes, desde el clasificado 99 hasta el primero. Busco sus partidas, sus cuentas en línea, todo su repertorio, todo lo que juega y en base a eso decido qué jugar previamente».
Su vida cotidiana está ligada al ajedrez. «Ahora me cambié de colegio y curso desde casa, por lo tanto tengo más tiempo para preparar y, mi mamá puede dar fe, estoy todo el día, desde que me levanto, con el ajedrez», explicó.
Candela, en rueda de prensa, hizo un llamado a «todos los chicos y chicas de mi edad para que se decidan a practicar ajedrez, que sea un deporte más, como jugar el fútbol. Da muchas satisfacciones y ayuda mucho a pensar. Háganlo como un juego, diviértanse y disfruten».
Francisco Guecamburu llegó al título de manera invicta y se impuso en la última jornada a la búlgara Beloslava Krasteva, segunda en la preclasificación. Justamente Krasteva tenía 8,5 puntos cuando se enfrentó con Candela en la undécima y última ronda y, con su victoria, la argentina la alcanzó en puntos en 11 rondas y se terminó consagrando con un mejor sistema de desempate. De esta forma, Francisco -que ya se había consagrado campeona de América en mayo en La Habana- amplificó ese reinado a todo el mundo.
La gran maestra femenina Francisco llegó a la última ronda en México con 7,5 puntos, como una de las tres escoltas de Krasteva, segunda preclasificada, que lideraba hasta ese momento con 8,5.
La búlgara jugaba con piezas blancas y a Candela no le servían las tablas si pretendía ser campeona, por lo que mostró de entrada un juego ofensivo y se sumergió en una lucha posicional, sacrificando un peón para tener más espacio en el ataque al rey rival.
«Yo me jugué para ganar, sabía que se acababa el tiempo y supe que si sacrificaba la dama, podía llegar a ganarle. Fue una alegría inmensa, pero no supe que había ganado el título hasta un rato después. Ya estaba contenta con haber logrado la victoria cuando todo parecía que no iba a ser así», contó con una enorme sonrisa.
Candela armó un ataque al rey y su adversaria perdió la dama para arribar entonces a un final de torres y tres peones con un alfil limpio de más para que la flamante campeona mundial alcanzara la victoria en 53 movidas.
Candela Francisco representa al Círculo de Villa Martelli. A los 16 años fue campeona de América y ahora, con 17, ya es campeona mundial juvenil. Su objetivo es ser Maestra internacional. «Voy a seguir trabajando para eso», cerró.