Los contratiempos que le provocó el encuentro ante Arsenal, la semana anterior, continuaron también en la Copa Libertadores para Boca. La expectativa por el regreso de Langoni al conjunto titular era muy grande, y en la primera acción que intervino con exigencia, el joven sintió una molestia y tuvo que ser reemplazado.
El juego de Boca también padecía de claridad en la primera parte ante Colo Colo. La pelota estaba más en poder de los chilenos que de los locales, quienes la perdían con facilidad cuando pretendían entregársela a un compañero.
Colo Colo era el que llegaba con más facilidad al área de Romero, y la falta de precisión en la definición provocó que no pudieran ponerse en ventaja.
Almirón decidió el ingreso de Oscar Romero cuando se fue Langoni, y el paraguayo no lograba convertirse en el conductor que el equipo necesitaba. La mayor falencia radicaba en la falta de un hombre que pudiera administrar el aspecto ofensivo. Colo Colo, con Gil como líder, llegaba con más frecuencia hacia las inmediaciones del área local, y ponía en riesgo continuo el arco de Romero.
Oscar Romero, en el final de la primera parte, tuvo dos opciones claras ante Cortes, y en ambas ganó el arquero chileno. El ex San Lorenzo tuvo una tercera, pero un defensor rechazó la pelota en la línea.
La explosión llegó a los diez minutos de la última parte, cuando Weingandt empalmó la pelota con la cara externa llegando por la derecha, y la ubicó al lado del palo más lejano de Cortes. La ventaja le dio un poco de tranquilidad a Boca, y le transmitió todo el nerviosismo a Colo Colo.
Los problemas físicos siguieron para Boca, debido a que el ingresado Merentiel también tuvo que dejar la cancha a los pocos minutos de haber ingresado. Y el peruano Advíncula no salió porque el equipo no podía hacer más cambios, pero no podía correr con normalidad. Por su parte, en el Grupo H, Melgar goleó 5-0 a Patronato y lo eliminó del certamen.
Página 12