La expectativa previa superó ampliamente a la realidad en la esperada “batalla de los sexos” que protagonizaron la bielorrusa Aryna Sabalenka y el australiano Nick Kyrgios este domingo en Dubai, Emiratos Arabes Unidos, ante 17 mil espectadores. Uno de ellos, presencia saliente, fue el brasileño Ronaldo, acompañado por Kaká, acaso de las imágenes más destacadas de la jornada.
En un choque amistoso donde sobró buen humor y faltó intensidad, el triunfo fue para el oceánico de 30 años y número 671 del ranking masculino por doble 6-3 en una hora y diecisiete minutos ante la número uno de las damas y amplia dominadora del circuito de la WTA desde hace años.
“Jugar contra un chico es diferente. Todo es más rápido. Espero tener una buena recuperación y estar lista para la temporada”, señaló la bielorrusa, quien jugó en una mitad de la pista un 9% más pequeña que la de su rival.
“Me encantaría una revancha. Es un desafío para mí misma. Me gustaría volver a jugar. Me he sentido genial… Tuvo dificultades en algunos momentos y le vi tenso. Creo que la próxima vez que juegue contra él ya sabré la táctica”. Conozco sus puntos débiles. Será un mejor partido”, agregó Sabalenka, entusiasmada con una reedición del duelo que habría dejado jugosas cifras para los protagonistas, aunque no trascendieron.
Por el lado de Kyrgios, conocido por sus excentricidades dentro de las pistas pero alejado de las mismas en el último año (jugó apenas cinco partidos y ganó sólo uno), declaró: “Estaba nervioso y no creo que muchos se atreverían a estar en este lugar. Sabalenka estaba preparada para el desafío y el marcador fue ajustado. Estaba presionado y ella contaba con el apoyo del público. Podría haber pasado cualquier cosa… Me encantaría volver a jugar con ella y demostrarle lo que me queda. Fue una batalla peleada. No me siento ganador esta noche. Es un espectáculo ver a alguien como Aryna aquí. Es un gran paso adelante para el tenis”.
Así las cosas, fue la cuarta edición de esta exhibición que se realizó por primera vez que de tanto en cuando en mayo de 1973 entre el polémico Bobby Riggs y la emblemática Margaret Court (6-2, 6-1). Meses más tarde, en agosto, tuvo lugar acaso el más celebre de este tipo de choques con el 6-4 y doble 6-3 de Billie Jean King ante el propio Riggs. La tercera, en 1992, fue entre Jimmy Connors y Martina Navratilova con triunfo para el californiano por 7-5 y 6-2.
Fuente: Página 12