El 5 de agosto de 2015, River Plate volvió a escribir una página dorada en su historia al consagrarse campeón de la Copa Libertadores de América, después de 19 años de espera. En una noche épica en el estadio Monumental, el equipo dirigido por Marcelo Gallardo venció 3 a 0 a Tigres de México en el partido de vuelta de la final, tras haber empatado sin goles en la ida.
Los goles de Lucas Alario, Carlos Sánchez (de penal) y Ramiro Funes Mori sellaron una victoria inolvidable ante más de 60.000 hinchas que colmaron el estadio bajo una intensa lluvia. Con una actuación sólida, intensa y emocional, River demostró jerarquía y carácter para quedarse con el trofeo más preciado del continente.
Este título marcó el regreso de River a la cima de América tras la consagración de 1996 y fue el inicio de una era gloriosa bajo el mando de Gallardo, quien se convirtió en uno de los entrenadores más exitosos de la historia del club. La conquista no solo significó la tercera Libertadores para el club, sino también la reafirmación de su grandeza y de un proyecto futbolístico que marcaría una época.