A pesar de superar varias distracciones y desafíos previos a la pelea en las semanas y meses que antecedieron a su victoria ante el legendario campeón mundial de cuatro categorías, Nonito Donaire, el flamante campeón gallo del Consejo Mundial de Boxeo (WBC), Alexandro “Peque” Santiago, dice que la parte verdaderamente difícil de su carrera comienza ahora.
Como parte de la súper cartelera que tuvo como estelar el combate entre Errol Spence y Terence Crawford, el sábado 29 de julio en el T-Mobile Arena de Las Vegas, el tijuanense Santiago (28-3-5, 14 KO), logró una victoria por decisión unánime sobre el famoso «Filipino Flash» con tarjetas de 115-113, 116-112 y 116-112.
La victoria fue aún más impresionante por el hecho de que Santiago entrenó para la pelea y al mismo tiempo, le dio la bienvenida al nacimiento de su hijo menos de dos meses antes, el pleito fue reprogramado de su fecha original del 15 de julio a último momento y, encima, la casa de su familia se quemó parcialmente. Pero el “Peque” se sobrepuso a todo.
“Fue un accidente. El último piso de la casa, donde se alojan mis familiares, se quemó. Vivo con mis padres en este momento y, afortunadamente, los bomberos pudieron detener el fuego antes de que llegara a la primera planta”, comentó Santiago.
“El fuego comenzó cerca de la 1 de la mañana y al día siguiente se suponía que debía ir a San Diego para entrenar, pero tuvimos que cancelar para poder ayudar con la recuperación de la parte salvable de la casa y hacer que nuestra parte fuera habitable nuevamente”, evocó el campeón.
Y añadió: “Pero estaba tan concentrado que no me dejé afectar porque quería ganar el título y nada me detendría. Siempre he estado en el lado B y es por eso que siempre tengo tanta hambre y estoy preparado lo mejor que puedo sin importar lo que pase”.
Santiago, de 27 años, dice que disfrutó de una recepción de bienvenida muy emotiva al regresar a casa después de la victoria.
“Gran parte de mi familia no pudo viajar para ver la pelea, así que fue una recepción increíble, todos estaban en la calle esperándome. Sentí una alegría abrumadora de que estuvieran tan orgullosos de mí. Trabajé muy duro la mayor parte de mi vida y es una sensación increíble haberlo logrado finalmente”, subrayó.
“Alex es uno de los luchadores más dedicados con los que he trabajado”, dijo su promotor Paco Damián. “Tiene una habilidad increíble para mantenerse concentrado, pase lo que pase. ¿Obtiene una mala decisión en una pelea que ganó? Él trabaja más duro. ¿Su casa se quemó durante el campo de entrenamiento? Él trabaja más duro. Nada impide que Alex alcance sus metas y eso es lo que lo hace especial”, agregó.
“Se merece ser campeón por todas las cosas que ha superado para llegar aquí”, agregó el copromotor Sampson Lewkowicz. “Imagina entrenar para una pelea por el título mundial mientras tu casa está medio quemada. Por eso está donde está y por eso estará en lo más alto durante mucho tiempo”.
“Mi prioridad en este momento es ayudar a mi papá a reconstruir la parte que se quemó y mantenerme enfocado y humilde y trabajar duro para mantener este título, para que en el futuro tenga suficiente para comprar una casa para mi esposa y mi hijo”, concluyó Santiago.